Se trata de un proceso respetuoso con el medio ambiente que da una nueva utilidad a los residuos orgánicos generados por la actividad humana, sin duda la materia prima más barata de la que disponemos para producir energía.
El uso del biogás, obtenido a partir de la materia orgánica, resulta una opción muy interesante desde el punto de vista ambiental; la biomasa es un recurso renovable que puede utilizarse como materia prima en sustitución de otras fuentes de energía con un mayor impacto sobre el medio ambiente y la salud, como es el caso de los combustibles fósiles. Además, ésta permite evitar la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, sobre todo metano, que suelen generarse en cualquier vertedero.
Aunque no podemos decir que esta materia tenga capacidad suficiente para sustituir a otras fuentes de energía más contaminantes, es razonable afirmar que la suma de formas sostenibles de generar energía sí puede ser una alternativa real. Todo esfuerzo por impulsar y apoyar nuevas fórmulas contribuirá, por tanto, a encontrar nuevas soluciones más viables al problema energético. La obtención de electricidad a través del biogás de los residuos urbanos se ajusta perfectamente a los criterios definidos para lograr un desarrollo sostenible, dado que el impacto ambiental de la generación de energía es mínimo. Además, la materia prima tiene un coste relativamente bajo, ya que se reutiliza un residuo y, al mismo tiempo, se reduce la emisión de elementos contaminantes a la atmósfera.
El proceso para la producción de electricidad tiene su comienzo en los vasos donde se depositan los residuos urbanos. Durante su descomposición, estos materiales producen un gas que se recupera a través de pozos y se conduce por una compleja red de tuberías hasta la planta de aprovechamiento energético. Entonces, esta materia es aprovechada y tratada para generar energía eléctrica.
La última fase está destinada a la generación de energía, y finaliza en un centro de transformación. Allí, toda esa electricidad generada se exporta a la red externa de abastecimiento de la compañía eléctrica para que pueda ser consumida.
Esta tecnología tiene un futuro muy amplio. Podrá utilizarse en los basureros para desintegrar toda la basura que generan las grandes ciudades, y así, al ser Convertidores de Plasma tan grandes, también podría generar electricidad para esas mismas ciudades.