El uso de energías renovables para constituir la matriz energética de un país es una realidad en algunos casos, optando por fuentes no convencionales o hidroeléctricas. Es el caso de Costa Rica, donde el 99% de su electricidad proviene de fuentes de origen renovable. De acuerdo al Instituto Costarricense de Electricidad el porcentaje se agrupa en un 75.3% de hidráulica 12.84% de geotérmica (volcanes u otros similares), un 10.08% de eólica, un 0.77 de biomasa y un 0.01% de solar.
No es el único caso. Paraguay posee el 99,6 por ciento de energías renovables. Se abastece principalmente de tres embalses: Itaipú, Acaray y Yaciretá. No obstante, para el 2016 la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) planea construir una planta solar para Bahía Negra, alcanzando por muy poco el 100 por ciento. Asimismo, Uruguay ya posee un 94 por ciento de renovables. Esto constituye un 74% de hidráulica, un 14% de biomasa y un 6% de eólica, este último debido a 10 parques contruídos en un solo año, el 2014.
Este nivel de aprovechamiento para la generación de electricidad es un impulso para países desarrollados que ya han implementado nuevas inversiones y cambios en la generación. A modo de ejemplo, Estados Unidos sólo posee un 13 por ciento.